LAS ENERGÍAS DE DICIEMBRE

Nuevas comprensiones surgen ante nosotros hacia una nueva vida en este mes. Es momento de tomar decisiones, pero hay que tener cuidado con ser demasiado racionalistas pues es tiempo de dirigirnos a través de nuestra intuición o nuestro corazón. Tenemos muchas posibilidades y caminos abiertos que dan paso a creaciones importantes y al mismo tiempo, nuestra paz interior puede verse amenazada pues no estamos totalmente alineados con el proceso evolutivo que se lleva hasta el día de hoy, no está siendo fácil integrar nueva información energética en nuestra consciencia. Los tiempos cambiaron, muchas cosas evolucionaron, pero no hemos sabido fluir ante los cambios, seguimos creando resistencias y aunque deseamos una vida mucho más expansiva, seguimos aferrándonos a nuestra zona de comodidad. Se hace urgente que modifiquemos algunas cosas para poder disfrutar de los nuevos tiempos de manera más plena y sacar el mayor provecho posible a la oportunidad que se nos brinda.

Las energías de Diciembre nos mueven hacia lo material, es momento de poner todas nuestras ideas en práctica y permitirnos ganar dinero de ello, concretar, manifestar, actuar y dejar de rechazar las oportunidades que nos dirigen a una vida más plena. Es necesario dejar de posponer relaciones o acciones que nos brinden nuevas formas de realización, dejar de racionalizarlas o prejuzgarlas, es momento de actuar, de tomar decisiones, pisar tierra, apostarle a algo diferente, dejar de permitir que nuestra zona de comodidad nos inmovilice, estamos viviendo momentos prósperos que vale la pena aprovechar.

Si logramos alinearnos a esta energía, daremos lugar a una liberación importante, romper las ataduras que amarraban los impulsos. Dejar de hacer todo lo que no se desea, para darle lugar a actividades espontáneas más afines al ser que SOMOS HOY, dejando atrás el pasado, con sus viejas formas de manifestarse viviendo un presente que requiere FORMAS NUEVAS.

La energía de diciembre es fuerte, plena y para poder realmente fluir a la velocidad e intensidad que esta energía nos pide, requerimos de soltar aquellos patrones mentales y emocionales con tendencia al sufrimiento y dolor, patrones relacionados con la represión y la autocompasión. Dejar de vivir a través del placer o la adicción a sentirnos víctimas. Soltar nuestra tendencia a la auto-negación y auto-invalidación.

En medio de la tendencia a manejarnos ante esta forma involutiva, se abre ante nosotros la posibilidad de reflexionar y tocar fondo, sería importante poder recordar el pasado y poder revisar la educación que tuvimos o la zona donde se esta energía vieja tuvo origen. Revisar los patrones sociales, familiares y religiosos que pusieron límites a nuestro campo de acción, haciendo que tuviéramos que sobre-adaptarnos a un sistema que nos obligaba a sacrificar nuestra verdadera identidad. Es necesario revisar cuantas veces fuimos invalidados o juzgados por romper esas reglas dogmáticas, autoritarias y represivas y comprender que hoy en día, somos nosotros quienes podemos reconsiderar las cosas y permitir la libre expresión del ser, sin juicios ni críticas. Crear nuestros propios códigos éticos y morales y comenzar a considerar la creación de un sistema de vida, más coherente con lo que somos.

Si logramos este aprendizaje, podremos restaurar nuestra fuerza y poder personal, el poder vivir la vida con firmeza y decisión, enfrentando las dificultades con ímpetu y sin dolor. Creando una nueva fuerza motriz que impulse nuestra vida hacia circunstancias plenas. Estaremos más preparados para los grandes desafíos y las grandes bendiciones del año que está a punto de comenzar.


(Harumi Puertos)