jueves, 6 de diciembre de 2012

Seguridad alimentaria en la hostelería… y en nuestras cocinas


La incongruencia del uso de aluminio en la cocina

Hace ya tiempo quería tratar este tema; me decido por fin a robarme un poco de tiempo para contarlo porque he encontrado una solución aceptable.
El Ministerio de Sanidad prohibió, para el uso en la hostelería, las cacerolas de aluminio por el riesgo de contaminar con este metal los alimentos.
Por si hay alguien que no lo sepa todavía, el aluminio es un metal blando considerado neurotóxico; se le relaciona con la enfermedad de Alzheimer, entre otros trastornos.
En nuestra vida cotidiana podemos contaminarnos con este metal por diversas fuentes: con los alimentos que ingerimos, algunos vegetales lo absorben del suelo si el ph de este es ácido; también los alimentos enlatados o con envoltorios de este material son otra fuente de contaminación para nuestro cuerpo; otros alimentos nos contaminan igualmente al agregárseles como aditivo sales de aluminio (fruta en conserva, cerveza, cereales, quesos, sal, etc.); siento alertar a los asiduos bebedores de té, ya que están ingiriendo a diario una pequeña cantidad de aluminio contenido en sus hojas, y si además lo toman con limón han de saber que la absorción por parte del organismo es mayor (la acidez favorece la absorción de este metal). Si bien los alimentos no parece que nos aporten grandes cantidades de aluminio, si es verdad que el uso de las cacerolas de aluminio aumentan considerablemente el riesgo tóxico, mucho más cuando el alimento contaminado es ácido (tomate, chucrut, etc.) y se suma la acción del calor de la cocción.
El agua es otro de los elementos que puede llevar Al a nuestro cuerpo, ya que para potabilizarla se suele usar algún derivado del Al.
Los cosméticos, productos de higiene personal (desodorantes, dentífricos antisensibilidad, geles, etc.) y de belleza (cremas, etc.) que atraviesan la barrera de la piel, los medicamentos (antiácidos, suplementos de calcio, antidiarreicos, analgésicos, vitaminas, etc.) y algunas prácticas médicas (en enfermos renales, vacunaciones, etc.) son otros de los  portadores de Al. Por cierto, el tabaco es otra fuente que aporta Al.
Ya hay estudios que relacionan la exposición a este metal con alteraciones óseas como la osteoporosis, sanguíneas como la anemia y de demencia como el Alzheimer, también se han observado modificaciones perjudiciales en órganos como el hígado, los músculos, el corazón y la médula ósea.
Para quien esté interesado puede consultar el trabajo de Vittori y col.
Digamos que son muchos focos portadores, la suma hace preocupante el hecho, por lo cual deberíamos eliminar el mayor número de fuentes portadoras de Al en nuestro uso cotidiano.
Pero ahora hay una fuente de contaminación, muy preocupante, de la que se podrán ver los devastadores efectos en algunos años. No llego a entender como, el Ministerio de Sanidad, que se preocupa por la salud pública y que debe conocer sobradamente los efectos perjudiciales del Al en las personas, ya que prohibió las cacerolas de aluminio en las cocinas hosteleras; digo, no entiendo como permite que salga al mercado general (hostelería y hogar) la fábrica de Alzheimer más grande que haya podido existir nunca; aunque sinceramente tampoco entiendo la incongruencia de poder seguir fabricando y vendiendo cacerolas de Al (que algunas amas de casa siguen usando), sabiendo lo perjudicial que es (prohíbe la fabricación y se acaba el problema ¿no?)
¡Que no saben cual es el monstruo venenoso! Estoy segura que tienen uno en casa…
¿Esta foto les dice algo?... ¿no?…

Café (sustancia ácida), con una temperatura cercana a la ebullición, atravesando una cápsula de Al a toda presión… ¿habéis notado un color grisáceo en la crema del café? Y os lo tomáis… todos los días… ¿más de una vez? ¡Que miedo! Ya sé que hay cápsulas plásticas… que pueden provocarnos otro tipo de enfermedades… elegir… Alzheimer o trastornos hormonales…

Sé que a partir de ahora a muchos no les va a sentar el café nada bien y que cuando pidáis un café en un establecimiento hostelero vais a fijaros en el tipo de cafetera que tienen; en muchos bares y restaurantes se está imponiendo también el uso de este tipo de cafeteras porque son limpias, no necesitan mucho espacio y el mantenimiento es barato.

Antes de nada, debo decir que no recibo ningún tipo de compensación por dar a conocer en mi blog, productos que considero útiles, soy una persona independiente sin más guía que mi propio juicio y entendimiento, buscando el bienestar de los seres vivos.

Y dicho esto, en la última Feria de Biocultura he descubierto una cafetera que me ha sorprendido gratamente, ya que usa cápsulas monodosis ecológicas de papel, como el de las infusiones y es de comercio justo, supongo que también estará fabricado con alguna sustancia indeseable porque la etiqueta de ecológico creo que se refiere al café y no a la cápsula, pero seguro será menos dañina que la cápsula de Al.